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Naturalmente Mamá


Jul 29, 2019

Cuando me enteré que estaba embarazada por tercera vez, vi la oportunidad perfecta de entrar al club de esas mamás que encapsulan su placenta y ven maravillosos resultados. En el episodio de hoy cuento la realidad con la que me enfrenté, además de el porque mantuve silencio y no conté mi historia sino hasta un año más tarde, todo gracias a una pregunta de mi hermana, la cual me hizo ver que era necesario hablar del lado no tan bueno, de los efectos secundarios negativos y de lo que aprendí cuando no obtuve los resultados que esperaba.

A raíz de que mi hermana me preguntase acerca de mi experiencia encapsulando mi placenta, decidí dedicar un post entero a contar lo que había experimentado y  también escribí un extensivo post sobre todo acerca de encapsular la placenta, donde incluí links a estudios que lo presentan como algo que no posee beneficios, también a otros que tienen resultados entre todo positivos pero no significativos e incluso incluí un caso en donde tanto la mamá y el bebé se habían contaminado por las capsulas de placenta.

Mi objetivo al contar mi experiencia no es realmente estar en contra de la encapsulación, sino más bien exponer que no todo el mundo se beneficia, que es costoso y que hay que ser transparentes en cuanto a las condiciones que padecemos, ya que nos pueden poner en riesgo, sobre todo con estas practicas no avaladas por la ciencia.

Referencias:

Encuentra las notas del episodio en naturalmentemama.com/038